El proceso de selección consta de varias fases secuenciales que tú, como candidata, tienes que ir superando. Lo ideal es que te plantees cada una de éstas como metas a corto plazo ("primero me centro en la dinámica grupal que tengo hoy y de la entrevista ya me preocuparé si supero esta prueba"). Es la mejor forma de afrontar un proceso de selección pues así se reduce la ansiedad que se puede generar en las distintas pruebas.

El primer paso que se suele realizar es una preselección filtrando aquellos CV que más se ajusten al perfil demandado para cubrir el puesto vacante. ¡Fíjate en la importancia de elaborar correctamente tu CV.! Es un requisito fundamental para seguir optando al puesto.

Si tu candidatura ha superado esta primera fase, el siguiente paso suele ser convocarte una entrevista previa, o de acogida, para obtener una impresión visual sobre ti y aclarar o ampliar la información que aparecía en el CV.

También es frecuente que las personas responsables de la selección utilicen también otro tipo de pruebas, bien antes o después de la entrevista. Suele ocurrir en puestos cualificados.

Infórmate bien en qué consiste el proceso para podértelo preparar adecuadamente.

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